Una nueva mirada al río
Desde su origen, El Puerto de Santa María ha estado ligado a la desembocadura del río Guadalete. Su posición geográfica -más o menos adentrada según la época- propició la utilización de esta ría a través de los siglos para usos militares, comerciales, pesqueros y finalmente turísticos.
En las últimas décadas la actividad en el río ha ido decayendo y perdiendo interés para la localidad, hasta el punto de darle ésta la espalda, lo que provocó que sus márgenes comenzaran a sufrir un proceso de degradación.
Orientada actualmente la economía local al desarrollo turístico, El Puerto vuelve su cara al río y pone en marcha un ambicioso plan de recuperación de las riberas. Son tiempos de cambio, en los que la ciudad intenta una nueva identidad realizando importantes transformaciones en una de sus zonas más representativas.
Propuesta expositiva
“Una cosa no se ha visto bien hasta que no se ha fotografiado” Émile Zola
Ante estos cambios que pivotan en torno a la construcción de un nuevo paseo fluvial, se nos ofrece una buena oportunidad para registrar y documentar estas transformaciones sobre unos espacios en los que el paso del tiempo ha ido dejando huellas.
Plasmar este marco en el que se establece el dialogo entre lo nuevo y los sedimentos depositados por la historia, es la finalidad de un proyecto fotográfico que no se conforma con mostrar solo los elementos más atractivos, los considerados más significativos, aislados de su contexto. Hacer visibles los vestigios del pasado que hoy, aunque presentes, pasan desapercibidos, es otro de los objetivos de esta propuesta.
Desde esta perspectiva e influenciado por el movimiento Nueva Topografía -fotografía del paisaje alterado por el hombre- nos proponemos mostrar una serie de imágenes de carácter documental que sin renunciar a una búsqueda estética, estén desprovistas de efectismos o de embellecimiento artificial, eludiendo lo ficticio y rebuscado, en pro de nuevas formas de asumir la belleza. Los espacios representados no se conciben como escenario sino como sujetos en sí mismo, como los auténticos protagonistas, por ello éstos se muestran vacíos y con una clara invitación a ser vistos y visitados.